Ainé Perkins

Ainé Perkins

Descripción Psicológica

Ainé es reservada, no demasiado sociable aunque sí muy observadora. Es la típica chica a la que verías en un rincón, fumándose un cigarrillo y con el cabello revuelto, mirando como si odiara a todo el mundo o como si se sintiera superior a los demás. Su actitud huraña hace que no tenga demasiados amigos, aunque sí conocidos porque en realidad no es tan antipática como parece. Eso sí, le gusta demasiado recurrir a la ironía y al sarcasmo y no a todo el mundo le gusta.

Quizá se pueda pensar que su forma de ser se debe a que tiene que vivir oculta entre muggles para evitar ser capturada pero en realidad siempre fue así. No se debe a que en realidad sea tímida ni a ningún trauma de la infancia: simplemente es algo arisca. Sin embargo, también tiene cosas buenas y una de ellas es la lealtad. A pesar de que en ocasiones puede llevar a cabo acciones reprobables, jamás se sentirá con las fuerzas suficientes como para traicionar a nadie.

Es una chica solitaria y desconfiada, especialmente tras los últimos sucesos, y si tiene dudas prefiere alejarse antes que arriesgarse. Actualmente no tiene relaciones profundas con nadie. Aprovechando que siempre vivió como una muggle hasta el día en que recibió la carta de Hogwarts, se mueve entre ellos con facilidad ya que conoce a la perfección su modo de vida. En ese aspecto, alguna vez ha echado una mano a algún mago o bruja desubicados pero nunca ha querido crear una amistad con nadie. En cuanto a las relaciones amorosas, se limita a tener encuentros rápidos y esporádicos con muggles que no llegan a nada.

Donde mejor se siente es deambulando por las calles de Londres que conoce a la perfección. Conoce los rincones más oscuros y se codea fácilmente con gente poco recomendable. No suele tener miedo pero eso no significa que no tenga precaución a la hora de moverse por las calles y callejones de la capital.

Historia

La infancia de Ainé fue la de cualquier otra niña muggle. Hija única de Liam y Fiona Perkins, un vendedor de fruta y verdura y un ama de casa respectivamente, se crió de uno de los barrios humildes de Dublín, en una pequeña casa de tres pisos y con jardín trasero en el que aprendió acerca del cultivo de plantas y flores gracias a sus padres. También desde niña acompañaba a su madre en la cocina ayudándola en la cocina y conversando acerca de mil cosas. Sin embargo, Ainé nunca fue una niña consentida: el nivel económico de sus padres no alcanzaba para darle muchos caprichos pero en cualquier caso, ella era feliz llenándose de barro en el jardín o amasando unos scones.

Cuando cumplió 11 años, llegó hasta su hogar la carta de Hogwarts. Ni ella ni sus padres tenían ni idea acerca de la existencia del mundo mágico y les fue algo difícil comprender lo que estaba ocurriendo. Liam y Fiona, que eran felices teniendo a Ainé en un colegio a diez minutos de su hogar, tuvieron que ceder y dejar que su hija marchara a Hogwarts.

En Hogwarts, Ainé descubrió un mundo totalmente desconocido para ella. Entró a formar parte de la casa Slytherin aunque en realidad jamás se involucró demasiado con nadie, tan sólo con un puñado de personas. No le gustaba demasiado ir a clase, siendo una alumna mediocre en casi todas las asignaturas, y tampoco le gustaba la normativa tan estricta que limitaba demasiado los movimientos de los alumnos. Tuvo que soportar algunos comentarios de sus compañeros de casa que no estaban demasiado conformes con tener a una "sangre sucia" entre sus miembros.

Conforme fue creciendo, Ainé desarrolló un humor sarcástico y huraño y cada vez que iba a visitar a sus padres prefería ir a callejear con gente poco recomendable en lugar de pasar tiempo con ellos como hacía cuando era más pequeña. Comenzó a tener un espíritu rebelde pero aún así, pasivo. Siempre tuvo un perfil bajo aunque dispuesto a atacar y defenderse si era necesario, igual que una serpiente.

Ainé acabó sus estudios en Hogwarts sin demasiada pena ni gloria, prácticamente al mismo tiempo que las cosas comenzaron a cambiar en el mundo mágico. Paradójicamente, ella que en ocasiones se había sentido marginada por tener sangre mestiza ahora volvía a sentir esa marginación por ser una bruja. Cuando todo estalló, Ainé decidió aprovechar sus conocimientos del mundo muggle para fingir ser una de ellos y vivir como tal.

Volvió a casa de sus padres pero pronto alquiló un pequeño apartamento en Londres para alejarse de ellos y no ponerlos en peligro. Sabía que en cualquier momento alguien podría aparecer en su busca para marcarla con esa humillante M o peor aún, para encarcelarla o matarla. Buscó un trabajo como camarera en un pub y evitó tener demasiada relación con el mundo mágico. Eso sí, en su hogar usa la magia tan sólo para aliviar la congoja que siente por todo lo que está sucediendo.

Otros datos

Familia: Liam Perkins (padre, muggle) y Fiona Perkins (madre, muggle)
Estatus Sanguíneo: Sangre mestiza
Mascota: Lechuza
Varita: Madera de haya con núcleo de fibra de dragón, flexible, 30 centímetros. Fabricada por Ollivander's
Asignatura favorita: Herbología
Asignatura odiada: Runas Antiguas
Boggart: Sus padres muertos
Pasatiempos favorito: Sentarse en algún parque para fumarse un cigarrillo
Mayor aspiración: Poder vivir tranquila sin que nadie la persiga
Otros:
- Como buena irlandesa, le gusta la cerveza Guinness, la música tradicional de Irlanda y cocinar platos típicos
- Es seguidora del Leinster Rugby y del equipo de quidditch Kenmare Kestrels
- Siempre va despeinada y vestida de cualquier manera
- Fuma siempre que puede