Emily Thompson ID

Emily Thompson

Descripción Psicológica

— Existen personas que ven el vaso medio lleno y otras que lo ven medio vacío. Emily definitivamente permanece al primer grupo. Optimista por naturaleza, cree fervientemente si uno lucha por algo y permanece fiel a sus ideales nada malo puede suceder.

La mayoría del tiempo busca ver lo mejor de cada persona, sumamente confiada lo que a provocado que en más de una canción haya sufrido grandes decepciones. Perdona pero no olvida, ¿rencorosa? tal vez, pero diría más bien orgullosa.

Suele verse como una chica muy frágil e indefensa, pero si llegas a lastimar a alguien que ella estima o traicionas su confianza podrás observar como un león puede fácilmente esconderse dentro de una tierna oveja.
Es muy entregada e incondicional con las personas que se ganan su corazón, sus amigos y familia siempre serán los primeros y por los cuales daría todo.

No suele ser las que van en primera fila de la lucha, prefiere ayudar desde el lugar que ella se siente capacitada: su profesión o mejor dicho su pasión, ama lo que hace y es muy buena en ello. Ser sanadora es su lugar de batalla.
Tímida en un comienzo, pero en cuanto logras traspasar esa barrera podrás encontrar a una chica traviesa y aventurera, que disfruta correr bajo la lluvia, ir de exploración acampando en un bosque, o simplemente disfrutar de una chocolate caliente viendo una película.

Coqueta sin querer serlo, aunque si la persona en cuestión es de su interés es muy consciente de su habilidad.

Es un perfecto hombro en el cual descansar, o persona con la cual desahogarse.
Muy pocas veces se le verá decaída, pero que no los engañe que a veces su orgullo suele ser una arma de doble filo y logra parecer feliz pero en el fondo no lo está, sólo las personas que logran conocerla bien sabe cuando simplemente necesita una abrazo.

Ama aprender, ya que tiene una curiosidad inagotable. Y de aquel gato ya cinco vidas han de quedar.  —

Historia

— Hija de la maga Samantha Parks y el muggle Frederick Thompson, ambos amantes de la ciencia y su magia propia. Sentimiento que más tarde adquirió Emily. Pero no nos adelantemos, comos siempre toda historia tiene su comienzo, y este es el suyo.

Sus padres se conocieron en la Universidad, su madre había decidido revelarse a su familia e ir a estudiar Medicina muggle (algo que logró que jamás volviera a saber de ellos) se había enamorado de su mundo desde que había tenido su primera clase en Hogwarts, creía que realmente eran excepcionales por lograr "magia" sin necesidad de una varita. Y ella quería aprender de aquello, quería autovalerse y ayudar a otros sin necesidad de su "poder especial" (como le llamaba su padre). Fue amor a primera vista o mejor dicho a primera noche de estudio. A su padre le encantó la inteligencia de su madre y a ella su carismática forma de ser.

Al terminar los estudios se fueron a vivir a un pequeño pueblo de Londres, risas, bailes, brindis  y choques de champagne en la noche de su boda informaron que se uniría una nueva Thompson al clan: Emily.

Toda era felicidad, o al menos así lo recuerda Ly en pequeños flashes que le vienen por momento a su cabeza.
¿Por qué recuerda? Ahora le cuento, hay un pequeño punto negro en la historia de nuestra protagonista que ocurrió en el verano de 1994. Sus padres deciden irse de viaje, la madre de su padre decide quedarse con ella para que ellos se puedan dar una especie de "segunda luna de miel", una que duró eternamente. Un jueves a las nueve y cuarenta y cinco de la noche la taza de té que sostenía su abuela se rompió en mil pedazos al enterarse que ambos habían sufrido un accidente automovilístico que les arrebató la vida.

Desde aquel día una pequeña Emily que aún no podía entender las magnitudes de aquello comienza a vivir con la persona que en la actualidad más ama en el mundo su abuela paterna Marie, quien a pesar de su edad, tenía más fuerza que un ejército. Ella le enseñó a mirar con ojos esperanzadores en tiempos en que todo amenaza por ser aún peor, le enseñó su pasión por los libros, el gusto por aprender, y que la dedicación y entrega siempre son por un fin colectivo más que personal. De sus familia materna nunca más supo.

Su abuela jamás le oculto su origen, y pesar de no estar cien por ciento segura le dijo que ella posiblemente podría ser una bruja. Apenas abrió los ojos aquel 22 de diciembre se mantuvo toda la mañana pegada en la ventana mirando al horizontes, hasta que por fin la vió...una lechuza volando hacia ella, la felicidad que sintió en aquel momento es indescriptible.  La celebración que hubo en la casa aquella tarde fue monumental, bailes, risas, y pasteles, ella efectivamente era maga y había que celebrarlo.

¡Gryffindor! gritó el sombrero en cuanto lo depositaron en su rubios cabellos. Fueron siete años de suma alegría y aprendizaje. Convirtiéndose Hogwarts definitivamente en un segundo hogar, uno que recuerda con mucho amor y admiración. Dentro de el descubrió realmente lo que le apasionaba y llevaba intrínsecamente en sus genes.
Al salir con perfectas calificaciones en sus EXTASIS, no le costó demasiado entrar a estudiar para ser Sanadora.

Durante su carrera todo iba perfecto hasta que su último año llegó. Una nueva crisis vuelve a remecer tanto al mundo mágico como muggle, siendo esta vez los últimos quienes se volvieron en los perseguidores, el secreto se reveló, y los magos como ella fueron ahora los apuntados por el dedo del prejuicio. Con una "M" marcada en su brazo izquierdo fue como terminó su carrera. En el barrio de su abuela ya no era bien recibida, no por los antiguos vecinos, quienes la vieron crecer y sabían que no era una mala chica. Sino más que nada por las familias jovenes que por más que uno esperará una mentalidad mucho más abierta simplemente se dejan manejar por los medios, y la presencia de Emily le causaba terror.

Pese a el difícil tiempo que cruzaba, logra graduarse con honores y ganarse enseguida un puesto en el Hospital de San Mungo, específicamente en el cuarto piso, en donde se encarga de sanar a las personas que han sufrido algún ataque de hechizos, maleficios y embrujos irreversibles.

Sufre por el ambiente hostil que se vive en los ambos mundos que ella tanto ama, ha decidido permanecer neutral ante todo aquello, y simplemente ayudar desde su profesión a las personas, sin recaer en su status, o ideología.  —

Otros datos

Familia:
- Samantha Parks | Madre | Maga | R.I.P
- Frederick Thompson | Padre | Muggle | R.I.P
- Marie Steel | Abuela paterna | Muggle |

Estatus Sanguíneo: Mestiza.
Mascota: Un gato llamado "Buck".
Varita:
- Madera de Ojaranzo , núcleo de pelo de unicornio, 12 centímetros de largo, Ollivander.
Asignatura favorita:  Pociones, Transformaciones, Herbología, y DCAO.
Asignatura odiada: Runas Antiguas, Vuelo (es pésima con la escoba) y Adivinación (sólo ve manchas en las tazas de té).
Boggart: Su abuela muriendo.
Pasatiempos favorito:
- Leer ; tiene una biblioteca enorme tanto muggle como mágica.
- Ir al cine, o el teatro.
- Escribir : Tiene un diario, escribe en el todos los días.
- Tocar el piano: su abuela le enseñó de pequeña.  
Mayor aspiración:
Poder ser un aporte en la medicina mágica, poder descubrir nuevas curas que logren sanar graves enfermedades. Ayudar desde su lugar favorito , la medicina a los demás.
Otros:
- AMA lo dulce, en especial el chocolate.
- Su número favorito es el cuatro.
- Su colores favoritos son el amarillo, verde y morado.
- Jamás se le verá sin la cadena con un gorrión que sus padres le regalaron cuando cumplió tres años, y la pulsera roja tejida por su abuela en su muñeca izquierda.
- Le gusta coleccionar fotografías y guardarlas en álbumes.
- Ama los animales, le gustaría tener muchos, pero al ser su departamento muy pequeño sólo se ha quedado con "Buck". Aunque sueña con en un futuro tener una casa enorme en la cual poder tener toda clase de animales en ella.